
El 75% de las personas que salen completamente satisfechas con la experiencia de un restaurante, nunca vuelven a él.
De hecho es muy probable que pase un mes y que ya no se acuerden de ese restaurante.
Hoy sabemos que el elemento diferencial por el que el público vuelve a un restaurante es por la conexión emocional que surge durante su experiencia.
Así que, si queremos que nuestro restaurante sea rentable y sostenible en el tiempo, hay que emocionar a muchos corazones.
Por eso, debemos idear formas sistemáticas y bien intencionadas de crear relaciones auténticas con los clientes.
La mejor forma de lograr esta conexión con las personas es la hospitalidad.

La hospitalidad como principal ventaja competitiva de los restaurantes
Transmitir la cultura de la hospitalidad es capacitar a nuestra organización en la búsqueda de la conexión emocional

Puede parecer una visión un poco excesiva e intensa, pero cuando vivimos en la época en que la interacción humana de calidad más escasea, es lo que marca la diferencia con la competencia.
Pensar de esta forma es la mejor manera de generar valor para la experiencia de las personas de un restaurante.
Integrar la hospitalidad en tu forma de actuar, es la mejor manera de poner al cliente siempre primero, entender que tratar de hacerlos felices garantiza que se diviertan y vivan una experiencia inolvidable.
Trasladar la cultura de hospitalidad a tu organización es asegurarte de que tus colaboradores hacen todo lo necesario para conectar con los clientes.
Cuando una organización logra comprender la importancia la hospitalidad y se empodera con herramientas necesarias, sucede un cambio cultural con una fuerte energía.
Atender con esmero a los clientes a los que sirves ya no es suficiente
Es cuestión de ver los rostros de los comensales iluminados por la expectación y el efecto Guau! cuando la comida llega a la mesa, tiene que verse al comensal desmayarse de placer ante un primer bocado perfecto.
Tiene que ver con conseguir que el comensal saque el teléfono y que quiera sacar una foto porque quiere tener un recuerdo de ese momento y quiere compartirlo con su gente.
Pero por muy maravillosa que sea la comida en tu restaurante, la gran parte de la experiencia, es la hospitalidad.
Los comensales quieren disfrutar de las excepcionales comodidades y de un servicio humano que juntos hacen que una comida sea tan memorable y especial.
Es una combinación entre cuidado y atención, excelencia con sorpresas y placer, en una experiencia más informal que pretenciosa en la que te hacen sentir en casa.