Hacemos que tu restaurante sea gestionable
Si dedicas demasiado tiempo a gestionar tu restaurante o sientes que te gustaría dedicarle más tiempo pero no eres capaz o incluso si cuando piensas en la gestión sientes pereza, son señales de que tu restaurante no está siendo gestionado de manera ágil.
El precio de triunfar no es acabar agotado.
La agilidad es la capacidad de reacción ante las complicaciones que tenemos que enfrentar en el actual entorno cambiante.
Gestionar un restaurante es fácil, lo complicado es hacerlo sin sistemas.
Sin embargo, es tu capacidad para gestionar los cambios lo que influyen en la posibilidad de crecer y escalar un restaurante.
Aquellos que no logran gestionar los cambios en su restaurante terminan desapareciendo.
No todos los restaurantes deben plantearse con un enfoque global ni de crecimiento exponencial, ya que es perfectamente admisible plantear iniciativas cuyo ámbito esté acotado a un entorno local.
O dicho de otro modo, escalar el modelo puede ser optativo, en cambio, gestionarlo es obligatorio.
Facilitamos la gestión de tu restaurante¿Cómo logran las cadenas de restauración gestionar cientos de establecimientos, sin la necesidad de estar presentes en los locales?
Tienen muchas normas, políticas, procedimientos y en general burocracia, por lo que todo necesita de supervisión y aprobación.
Los sistemas son, por definición, controles, y cuanto más control, menos creativas pueden ser las personas, y los clientes lo notan.
Las personas que trabajan con autonomía, pueden desarrollar su creatividad: un chef no debería necesitar justificar un ingrediente especial, ni rellenar un formulario o esperar una autorización de las oficinas centrales para utilizarlo.
Pero si toda esa autonomía no se gestiona correctamente, significa derrochar mucho dinero, tanto como para llevar a la organización a la quiebra.
Aunque debe haber un cierto nivel de estandarización para cumplir con una excelente calidad y consistencia, el no contar con tantos sistemas que obstaculicen, permite a los restaurantes ser flexibles al tiempo que cuentan con una gestión ágil.
El control no debe sofocar la creatividad.
Pero ¿hasta qué punto hay que cambiar el control por la confianza en el talento?
En demasiadas organizaciones los de arriba tienen toda la autoridad y nada de información, mientras que los de abajo tienen toda la información y nada de autoridad.
Así es como aprendimos que llevar demasiado lejos la gestión y el control pueden ser contraproducentes para un restaurante.
Es imposible sobrestimar lo importante que es gestionar la creatividad
Dado que el incentivo del chef está ligado a los costes de los alimentos, si el control por los números se mantiene en el objetivo, se puede crear con tranquilidad.
Siempre es un alivio saber donde se está derrochando.
La eficiencia en gestión significa que un chef no tiene que preocuparse tanto por los números y puede volver a ser chef.
En este caso de control, no robas la creatividad, sino que la devuelves.
Con escandallos dinámicos e ingeniería de menús en tiempo real, lo que ocurre es que el chef, por fin puede dejar de preocuparse por lo que se gasta y puede centrarse en crear nuevos platos y en experimentar con nuevos sabores.
La gestión ágil no reprime la creatividad, la libera.
La gestión es la parte en la que ves como se recoge todo el trabajo y valor de lo que has creado.
Vincular las acciones a los resultados es lo que nos permite gestionar
En cambio, apoyarse en la tecnología para automatizar toda esta parte de cálculos, te permite pasar la jornada estudiando que impacto tienen las decisiones que tomas con los resultados.
Cuando se produce este cambio en la gestión, lo que ocurre después es una gran sorpresa.
Poder revisar a través de métricas los cambios que se realiza es muy estimulante porque si se produce un error, puedas darte cuenta al momento y corregirlo.
Cuando comienzas a descubrir como resolver los problemas que tiene tu restaurante es cuando generas los recursos necesarios para crecer.
De repente, la gestión y los números ya no son tan aburridos.
Gestionar se convierte la parte emocionante de un restaurante, en una persecución por la mejora continua al ver como se desarrolla el negocio gracias a los cambios que realizas.
Hay una diferencia enorme entre lo que la mayoría piensan que es gestionar y lo que en realidad es.
Los restaurantes se enfrentan a diversas variables y a márgenes muy estrechos.
Gestionar no es sentarse en un despacho a mover números de un Excel para otro intentando calcular esa cifra que nos indique que decisión debemos tomar.
Gestionar es entender las métricas que nos devuelve un software que mide y mueve los números por nosotros, para compararlos con la realidad de lo que está ocurriendo en el restaurante y saber cómo podemos mejorar.
No puedes esperar a ver los resultados de lo que ocurrió durante el mes y ponerte a recordar que ocurrió exactamente aquel día de hace 3 semanas para comprender como se relacionan las acciones con la cuenta de resultados.
Gestionar significa identificar oportunidades de mejora y saber cómo abordar cualquier problema que pueda surgir de manera ágil.
La Gestión Ágil nació de la necesidad de gestionar restaurantes por personas sin tiempo para ello
De manera que el reto inicial fue crear negocios de restauración sabiendo que deberían ser explotados al 100% por empleados de la empresa, y que no habría ningún emprendedor, socio o propietario liberándolos.
Por ello, tuvimos que desarrollar la manera de explotar y gestionar restaurantes delegándolos, sin la posibilidad de presencia o supervisión constante, realizando un seguimiento continuado del rendimiento a través de métricas e información proveniente del local.
Para evolucionar un restaurante y lograr su crecimiento, es elemental tener controladas hasta el céntimo todas las fuentes fundamentales, ingresos, gastos y por supuesto la financiación.
Gestionar correctamente las áreas funcionales del restaurante, como la gestión de los resultados, el marketing y el talento, son más importantes para la rentabilidad que la misma operativa diaria.
Por eso, es elemental contar con la ayuda de personas que te ayuden a gestionar aquellas áreas a las que no eres capaz de llegar.